miércoles, 8 de septiembre de 2021

Cómo se están digitalizando los negocios a un año del inicio de la pandemia

Expandiendo los horizontes en cuanto al desarrollo industrial y, por ende, empresarial, es un hecho que los líderes que están a favor del constante cambio. En esta línea, los expertos avalan la adaptación, herramienta útil que ya no solo se basa en la pregunta constante del ¿Qué?, sino que también nos lleva hacia el futuro hablándonos del “¿Cómo?”.


En cuanto a esta segunda disyuntiva del “¿Cómo lo lograron?” o “¿Cómo lo hicieron?”, hay diferencias entre las empresas y marcas que se han sumado al cambio y aquellas que se quedaron atrás por la falta de asesoramiento y análisis sobre la transformación digital. Es por ello que en este artículo se explica cómo el sector empresarial reacciona, capta o rechaza esta herramienta que ya es parte del presente: la transformación digital.

  1. Pasos cortos
    La realidad en cuanto a la era digital aún no encuentra un camino de ascenso constante, más bien, demuestra una lucha férrea para no acudir a las herramientas tecnológicas como fuentes confiables para solucionar problemas. Según el Índice de Madurez Digital (DMI) 2019, en el Perú cerca del 30% de empresas presenta una madurez digital incipiente, ya que no se cuenta con una ruta establecida, ni mucho menos con un plan tecnológico llevado a cabo de manera efectiva.

  2. Digital y transformación
    Cuando se menciona “lo digital” no solo se hace referencia a plataformas como apps, programas o métricas, las cuales, se utilizan para tener un contacto con la tecnología, o al menos utilizarla para mejorar una empresa. Por lo cual, es común que los peruanos aún confundan los términos “digitalización” y “transformación digital”. Es importante destacar que la transformación digital apunta al largo plazo y la manera en que se trabajará, ya que va más direccionada a un sistema. La digitalización, por el contrario, apunta al corto plazo, al día a día, y a cómo se utilizan las herramientas dentro del sistema ya estipulado.

  3. Los recursos humanos
    El hecho de que se apueste por las herramientas digitales no es una garantía total de que el rumbo de la empresa cambie de manera automática. En las marcas esto es verificable, ya que se confía en que las apps permitirán un crecimiento autónomo. La tecnología debe de trabajar de la mano con el empleado, colaborador y lo más importante, el líder. Involucrar a toda la empresa es importante para saber cuáles son los retos que aún no han superado en cuanto a la digitalización.

  4. La transformación cultural, el punto de partida
    Para hablar de una transformación digital, primero, debemos de establecer una reestructuración cultural que facilite el rumbo del profesional contratado hacia la adaptabilidad.  

Se recomienda que las empresas se enrumben hacia la transformación digital, en primer lugar, comprendiendo que es un proceso direccionado a largo plazo y que necesita de un plan específico, no improvisado y direccionado al aprendizaje constante. La transformación digital debe ser dirigida al trabajo con el ser humano, mas no al trabajo independiente, ya que por más que sea una herramienta solvente debe de recibir un “check out” que se cerciore de la efectividad, logrando así, cumplir con los objetivos de la empresa.

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