miércoles, 13 de mayo de 2020

Ante tiempos difíciles ideas nueva e innovadoras



En América Latina y el Caribe, las peores consecuencias de la crisis sanitaria y económica de COVID-19 están aún por venir. En tiempos así cabe preguntarse: ¿una crisis sanitaria es el momento adecuado para plantear objetivos ambiciosos?
La innovación no es fácil pues es un desafío que lleva a salir de la zona de confort. Además, apostar a la innovación puede ser arriesgado, pero no innovar puede resultar un riesgo aún mayor: que la competencia nos deje obsoletos.

La fuerza de toda empresa comienza con sus trabajadores. Si bien algunos pueden ser creativos o innovadores por naturaleza, es necesario brindar herramientas a todos para que nadie quede afuera de la “movida”. Las tormentas de ideas o brainstorming, y las metodologías como triz, Lean o 5S ayudan a pensar los procesos y productos actuales de manera más crítica y encontrar nuevas soluciones que agreguen mayor valor.

Otro consejo es buscar un día de la semana que sea estratégico para la creación de ideas de negocios. Empleados y nuevos clientes pueden asistir a capacitaciones para lograr que en algún momento prefijado del mes la gente se salga de sus problemas diarios, y busque pensar de manera diferente. 

También se pueden empezar pequeños proyectos. En muchas empresas los empleados crean sus propios proyectos o desarrollan sus ideas de mejora de la misma empresa, utilizando sus recursos. Mantienen el espíritu emprendedor, dividiendo el trabajo en pequeñas partes o proyectos. Cada proyecto debe ser manejado de manera autónoma, como una startup.  Por ejemplo, un empleado de un restaurant puede proponer un plato totalmente novedoso y probar el éxito ofreciéndolo gratis a algunos clientes. Así se obtiene mucha información, útil para ese u otros proyectos futuros.

Lograr este nivel de trabajo conjuntos del empleado con el empleador requiere llegar a un nivel de confianza alto. Durante las tormentas de ideas los empleados suelen tener ideas, pero nunca las dice por miedo. Por eso, las propuestas deben escucharse y considerarse seriamente.

Finalmente, premiar lo que la gente piensa, participa y arriesga es una gran motivación. De esta manera se refuerzan los comportamientos esperados. La innovación se puede premiar con días de vacaciones, bonos, tarjetas regalo o almuerzos.

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