El 2019 se caracterizó por ser un año donde se puso en pedestal el cuidado y la importancia del medio ambiente. Muchas empresas y activistas se sumaron a querer generar un cambio en la vida diaria de las personas.
La palabra sustentabilidad, desde entonces, se empezó a repetir cada vez más. Al ser conscientes de estos, los negocios se han cuestionado sus actividades y qué es lo que deben hacer para definirse como “empresas verdes”, pero no solo las organizaciones que ya funcionan y tienen una larga trayectoria se adentraron a hacer suyo este nuevo concepto.
La realidad es que hoy por hoy, el tema ambiental es parte de la preocupación de muchos gobiernos y sociedades en todo el mundo. Los inversionistas están apostando por proyectos que tengan más un impacto ambiental y no solo económico. Por ese motivo, los nuevos emprendedores toman muy en serio aquellas ideas innovadoras con las que pueden adentrarse al mundo de los negocios y aportar al medio ambiente.
- Recursos duraderos: Son aquellos que se regeneran y pueden ser para siempre, del tipo energías renovables o productos bioquímicos, que representan el 40% del total de la cadena de valor de la economía circular. Aquí podemos ver ejemplos de oportunidades muy distintos:
Biorrefinerías. Este concepto se usa para trabajar en la idea de producir energía aprovechando los residuos. Incluso, se hacen modelos integrales en línea con la refinería petrolífera: buscan cómo aprovechar al máximo un producto en diferentes actividades circulares.
Biotecnologías. A nivel biotecnológico se están desarrollando proyectos para obtener energía partir de residuos. - Extender la vida del producto: Hablo aquí de actividades de reparación, reutilización y reaprovechamiento. se trata de trabajar con el ciclo de vida del producto para extender su tiempo en vida.
Reparación. salen a la luz viejos oficios como el de la costura. ¿Por qué tirar la ropa a la basura cuando tiene una tara? ¿No se puede reparar? También la reparación de electrodomésticos o de carros.
Productos modulares. ofrecer al consumidor la oportunidad de modificar su producto para ampliar su vida útil.
Segunda mano. Todo lo que sea volver a introducir objetos en la economía se integra en la economía circular y es cada vez mejor visto por el consumidor. - Formación y preparación del consumidor: Elaboración de guías y manuales de uso. Especializarte en blogs y tutoriales en formación medioambiental, aprovechamiento casero de residuos o eficiencia energética, formación y sensibilización, en otras palabras, guías de uso.
Consultorías especializadas para ayudar a las pymes y las colectividades a ser más eficientes en materia de recursos y a reciclar mejor los residuos. También puede incluir asesoramiento personalizado y especializado en autoproducción y almacenaje para el autoabastecimiento de energía. - Plataformas para compartir y productos por servicios: La economía colaborativa permite el aprovechamiento y la reutilización de un recurso infrautilizado. Aprovechamiento de los espacios. Hay multitud de oficinas, garajes, locales, pisos que están siendo infrautilizados la mayor parte del tiempo.
Plataformas de intercambio de maquinaria y herramienta. Préstamos de objetos entre particulares. Productos como servicio.
Consiste en ofrecer a clientes servicios de pago por un producto manteniendo la propiedad del mismo. Talento compartido. Cada vez hay más proyectos que apuestan por compartir talento o conocimientos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario