Emprender sin una oficina, ¿acierto o desacierto?

Cuando se arranca un emprendimiento, el capital no solo es muy limitado, sino que, además, lo normal es que se tenga que buscar nuevo capital varias veces más en los primeros años de vida. Por ello, seguramente muchos de los emprendedores que acaban de crear o están pensando empezar su propio startup, se plantean si es necesario o no el tener una oficina y mantener sus costos. 

Muchos emprendedores, si es que no son la mayoría, comienzan sin ninguna oficina. Empiezan tres personas, e incluso viviendo en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, uno por vivir en Japón, otro en Colombia y, por último, un inversor en Madrid, donde se registra a la empresa. Por ese motivo, es que algunos ni se podrían plantear tener una oficina.

Otra de las posibilidades que permite el no tener una oficia es que se puede seguir ampliando el negocio buscando a los mejores puestos en todo el mundo. El buscar un gran profesional de GIS y tener oficina, hizo que, en uno de los casos, se pueda buscar a la mejor posición globalmente y, finalmente, se terminó encontrando a uno de los mejores en Pakistán. Meses más tarde, cuando se comprueba la excelencia del trabajo de estas nuevas posiciones es que se les ofrece una pequeña participación de la startup, con lo que su fidelidad queda mejor asegurada. Se pide apoyo en dos programadores más, también de Pakistán, a pesar de ser teletrabajadores, para que sus horarios y comunicación tuvieran las mejores condiciones. Todos ellos pueden trabajar en sus propios horarios, cumpliendo los objetivos en los plazos previstos.

En Colombia también se podría necesitar al personal y aquí, por ejemplo, sí se puede decidir contar con una oficina, en las inmediaciones del CTO. En este caso, por el tipo de trabajo a desarrollar, se decide que el coste de la oficina era necesario y que era conveniente que estos trabajadores tuvieran un horario y una supervisión constante.

Las mayores ventajas de no tener oficina son el ahorro y la libertad para hacer un equipo en varios países. El mayor peligro es que no todo el mundo trabaja bien desde casa, por lo que hay que estar seguros de que cada persona que teletrabaje, deba cumplir igual o mejor que en una oficina. La mayor desventaja de no tener oficina, es para el CEO, quien tiene que adaptarse a los horarios de todos los teletrabajadores. Pero algo que todo emprendedor debe saber es que siempre estará lejos de su zona de confort durante años.

En definitiva, cada startup es diferente y tiene necesidades distintas, por lo que cada una debe plantearse si es conveniente o no el tener una oficina. El consejo de los especialistas se enfoca en que, si puedes ahorrar lo que inviertes en una oficina, entonces, es mucho mejor.